Los animales generan motivación. A través de los perros se producen distintos estímulos, estos estímulos generan respuestas que ayudan al desarrollo y al aprendizaje. El aprendizaje depende de la habilidad de la persona para tomar la información del ambiente y de los movimientos de su cuerpo.
Mediante las actividades que realizamos con el equipo canino se favorece la participación para realizar la intervención desde las diferentes áreas.
El perro de terapia es aquel que participa en las Intervenciones Asistidas con Perros, se convierte en un facilitador, un centro de interés que nos ayuda a contribuir al desarrollo global de la persona, ya que se favorece la participación activa en los juegos, al acariciarles conseguimos relajación, se favorece el desarrollo de técnicas de autocontrol, etc.
Desarrolla la empatía y la autoestima
Promueve la relajación
Favorece la actividad física
Ayuda a la socialización
Favorece la iniciativa y la participación
Reduce el sentimiento de soledad
Facilita el contacto físico
Mejora la comunicación
Facilita el enfoque hacia el exterior
Supone un entretenimiento
La Intervención socioeducativa asistida con perros se fundamenta en unos objetivos previos, trabajados de manera grupal o individual y evaluados periódicamente para ir comprobando la evolución.
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