En la entrada de hoy nos gustaría hablaros de cómo nuestros perros perciben el entorno que les rodea, ya que aunque poseen los mismos sentidos que los humanos, estos no funcionan de la misma manera.
Por ejemplo, los sentidos del gusto y el tacto no están tan desarrollados. Respecto al primero, son capaces de detectar diferentes sabores, pero no de manera tan exacta como el gusto humano. Y respecto al tacto, sí que pueden detectar la sensación de frío, calor y dolor, aunque por ejemplo no perciben mucha información a través de las almohadillas de las patitas.
Por otro lado, en cuanto al sentido de la vista, los perros ven las cosas más difuminadas que nosotros, pero no obstante, son capaces de ver en la oscuridad y son muy buenos detectando el movimiento; por eso muchas veces ven cosas desde lejos que nosotros no vemos. Y otra cosa muy curiosa es cómo perciben los colores: al contrario de lo que se piensa, los perros no ven todo en blanco y negro, sino que pueden percibir los tonos azules, violetas, y distinguir entre grises. Además, el color verde y naranja lo perciben como amarillo, y no distinguen el rojo.
En cuanto al oído, este es su segundo sentido más desarrollado y son capaces de detectar sonidos muy lejanos o muy agudos y débiles que nosotros no podemos. Además, pueden detectar en nuestro tono de voz cuando les hablamos enfadados y cuando les hablamos con calma o incitando al juego.
Por último tenemos el olfato, su sentido más desarrollado. Este ya empieza a funcionar desde el nacimiento (al contrario que la vista y el oído, que tardan un poco más en desarrollarse), y gracias a él perciben una grandísima parte de la información del entorno que les rodea y les sirve para relacionarse con otros perros. Por esta razón, es importante que estimulemos el olfato de nuestros perros y les dejemos oler, ya que a parte de que les encanta, al mismo tiempo estaremos estimulándolos a nivel cognitivo.
Cuando un perro envejece va perdiendo progresivamente sus capacidades perceptivas, sobre todo la vista y el oído, pero su olfato es capaz de conservarse! Por lo tanto, aunque tu perro ya sea viejito, puede seguir aprendiendo; permítele oler y estimularse para que tenga un envejecimiento feliz!