La Inteligencia Emocional es la capacidad que tenemos las personas de manejar, seleccionar y trabajar nuestras emociones y las de los demás con eficiencia. La madurez se caracteriza por un constante aprendizaje de adaptación, con el que pretendemos favorecer el desarrollo psicológico y social a lo largo de nuestra vida.
La pregunta es, ¿sabemos qué son las emociones?
Sentimos, pero pocas veces nos paramos a pensar qué es lo que sentimos. Debido a la dificultad que tenemos para conocernos y relacionarnos, hay que pensar en reflexionar sobre las propias reacciones, para ser capaces de identificarlas, comprender, controlar y actuar, favoreciendo una maduración personal.
Educar la Inteligencia Emocional es una tarea necesaria para el desarrollo personal, social y emocional de cada persona y así ser capaces de tolerar las presiones y frustraciones que soportamos diariamente.
Consideramos necesario facilitar el desarrollo de la inteligencia emocional, mediante la adquisición de recursos personales para reconocer y gestionar las emociones, comunicarse de manera asertiva con el entorno y potenciar una buena autoestima.
Para ello nos planteamos:
Favorecer la Inteligencia Intrapersonal, desarrollar la capacidad de entendernos, controlarnos y motivarnos
Aumentar la autoestima
Tener un autoconcepto realista y positivo
Identificar, expresar y controlar emociones
Entrenar los distintos tipos de pensamiento
Promover las habilidades sociales como recurso para relacionarnos socialmente
Reforzar las relaciones interpersonales positivas
Transmitir una educación en valores acorde con la sociedad actual
Desarrollar la empatía y la autoestima
Mejorar la comunicación
Reducir los niveles de estrés y la ansiedad
Mejorar la confianza y seguridad
Fomentar la afectividad
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